Carrefour se va de Argentina: cuál es el factor que podría tirar abajo las chances de De Narváez y Coto

a compulsa por los activos de Carrefour en la Argentina sigue abierta pero el avance del diálogo que vienen exhibiendo Francisco De Narváez y Alfredo Coto y sus equipos los mantienen al frente de las posibilidades para hacerse con los locales de la cadena. Los interesados en los 700 puntos de venta que el grupo francés opera a nivel doméstico en sus diferentes formatos mantienen un diálogo por demás activo con los negociadores del grupo francés y el Deutsche Bank. En los últimos días, la familia Braun, dueña de la cadena La Anónima, perdió terreno en la consideración de los galos pero aspectos ligados con Defensa de la Competencia comenzaron a ganar presencia en las conversaciones. Ese aspecto, reconocen en el ámbito del supermercadismo, podría incidir de forma negativa en un momento en que De Narváez y Coto parecen a un paso de quedarse con la estructura de un gigante de las góndolas.

En una primera instancia, el empresario se animó a proponer un pago cercano a los u$s2.000 millones, pero ese monto luego se redujo a la mitad en tanto los mismos negociadores de De Narváez plantearon que el escenario de consumo en supermercados viene cayendo fuerte y la perspectiva es de mayores complicaciones en el mediano plazo.

Carrefour se va del país: De Narváez y Coto, en definición cerrada

 El consumo masivo acumula ya algo más de 18 meses de caídas constantes y un derrumbe cercano al 40 por ciento en ese lapso. De ahí que cadenas como Carrefour han sido socorridas por sus casas matrices para mantenerse operativas.

Por su parte, Coto mantiene activo un equipo de trabajo liderado por su hijo Germán y, según trascendió, continúa el vínculo con la consultora S+R Gestión de Fernando Cinalli. Además, el grupo cuenta con asesoramiento de Isela Costantini, con pasado en General Motors y Aerolíneas Argentinas.

Ahora bien, el interrogante que se abre para ambos actores, y que podría terminar por complicar cualquier acuerdo de compra que logren cerrar, está en la potencial posición monopólica que podrían adquirir al quedarse con los locales de Carrefour.

De llegar a buen puerto con las tratativas, tanto De Narváez como Coto quedarán a merced de la Ley de Defensa de la Competencia por lo que el Gobierno nacional tendrá la decisión final sobre la operación de traspaso. La posibilidad de que cualquiera de los dos quede en situación de posición dominante podría hacer caer cualquier acuerdo definitivo.

Para graficar esto, basta dar cuenta de las estructuras de negocios con las que hoy operan los empresarios y a eso hay que añadirles los 700 puntos de venta que posee Carrefour en la Argentina.

Hoy por hoy, Changomás posee más de 90 tiendas en diferentes formatos y cuenta con más de 9.400 empleados. La firma controlada por De Narváez tiene presencia en Capital Federal y en 21 provincias.

Consolidada como una de las cadenas más importantes de la provincia de Buenos Aires, con alrededor de 31 locales en funcionamiento, Changomás también es muy fuerte en Mendoza, Tucumán, Río Negro, Salta y Córdoba.

Por su parte, Coto es dueño de más de 120 supermercados y se estima que su masa de empleados alcanza las 20.000 personas. También con presencia potente en Capital Federal y el territorio bonaerense, Coto juega fuerte en Santa Fe, Mendoza y Neuquén.

Venta de Carrefour: la posibilidad del monopolio complicaría la operación

De abrochar la compra de los activos de Carrefour, ambos actores podrían verse alcanzados por una decisión negativa del Gobierno ante la posibilidad de que se consolide un monopolio en el supermercadismo nacional. De cobrar forma una medida de esas características, De Narváez o Coto deberían afrontar un proceso de desinversión en sus actuales activos.

Por supuesto, todo dependerá del acuerdo final al que arriben el grupo francés y el inversor argentino. Una hipótesis que creció en los últimos días refiere a que Carrefour no se iría completamente del país sino que en realidad apunta a desprenderse sólo de sus locales de grandes superficies.

A eso respondería, precisamente, la decisión reciente de la cadena gala de avanzar con la compra de los autoservicios de cercanía Super A, con base en Mendoza, en una operación que le permite consolidar una presencia mayor de sus supermercados Express en esa región de la Argentina.