Hay cada vez más consenso entre analistas en que el Presidente tiene poco margen de maniobra para compensar el golpe al gasto que quiere dar la oposición
Un fantasma recorre los mercados por estas horas. Lo que antes se atribuía al «ruido político» ahora se transformó en una certeza. La oposición está en condiciones en hacerle daño al Gobierno libertario, aprobando leyes, como la que estipula la nueva fórmula para las jubilaciones- que detonan el equilibrio de las cuentas públicas mostrado en el arranque de este 2024.
«¿Y si Milei no tiene Plan B?». La pregunta, soltada en algunos papers de los que se nutren los fondos de inversión, empezó a ser tomada en serio, y afectó las cotizaciones.
Los bonos, que habían llegado a subir más del 50%, empezaron a deteriorarse hasta llevar al riesgo país a la zona de los 1.600 puntos.
El presidente Javier Milei está al tanto de esas preocupaciones. Por eso reaccionó con todo y ratificó su decisión de vetar la ley que vuelve a reformular el cálculo de las jubilaciones.
Posible aumento del gasto público, un duro golpe para Javier Milei
Según un informe preliminar en poder de Presidencia, de aprobarse esa iniciativa, el gasto público aumentaría un 0,6% del Producto Bruto.
La ley todavía no fue tratada en el Senado, pero existe temor en el equipo económico de que encuentre los votos necesarios para aprobarse. Miran, por ejemplo, al radical Martín Lousteau, cada vez más lejos de las ideas libertarias.
Operadores temen que Guillermo Francos, en su nuevo rol de jefe de Gabinete, no logre encaminar las tratativas con el Parlamento
Los analistas de mercado consideran que si el Congreso insistiera con un incremento del gasto público representaría un duro golpe a la espalda política de Milei, y de ahí en adelante todo podría empeorar.
Advierten también que este traspié llega justo en momentos en que algunos datos económicos empezaban a mostrar alguna luz al final del túnel. Incluso, el Presidente habló de un «rebote» en la economía.
Los últimos datos del INDEC están mostrando un repunte mensual en la actividad industrial y la construcción en abril respecto de marzo. La caída interanual sigue siendo muy fuerte, pero esa leve mejora mensual podría indicar un cambio de perspectivas.
Datos similares se recogieron en la industria automotriz. Los números de ADEFA mostraron una recuperación en mayo con relación a abril, y el mismo repunte indicó la Cámara del Comercio Automotor (CCA) sobre las cifras de autos usados. La tendencia empieza a cambiar en el mercado automotriz, sobre todo de la mano de la reaparición del crédito.
En materia de consumo, la caída continúa, pero en el Gobierno destacan que empezaron reaparecer los planes para ventas en cuotas por hasta 12 meses.
Mercado e inversores, en alerta por si Javier Milei no tiene plan B
Un informe que circula en la Bolsa porteña señala que la única razón para explicar la caída de los bonos es lo que viene ocurriendo en el Congreso, cada vez más adverso a las políticas oficiales.
Ese reporte también advierte que puede haber algo de exageración en la caída de los bonos y las acciones. Como si los operadores buscaran advertir a la clase política sobre sus preocupaciones.
Señalan, además, que será clave lo que ocurra con la Ley Bases la semana próxima en la Cámara alta.
También existe preocupación en el mercado sobre cuáles son las alternativas que tendría el Gobierno en caso de sufrir una cachetada por parte del Corte. Existe cada vez más consenso entre los analistas en que Milei cuenta con poco margen de maniobra para compensar el golpe al gasto público que pretende dar la oposición.
Al tanto de esas especulaciones, el Presidente advirtió que le seguirá recortando fondos a la «casta política».
«Voy a bajar más el gasto público hasta que le duela a la política», disparó Milei, quien se va quedando sin insultos para la oposición. Ahora los llamó «degenerados fiscales».
El jefe de Estado les reprochó además que «para aprobar las reformas estructurales vienen pasando seis meses, pero para aprobarse el aumento, rapidito lo hacen».
El presidente Javier Milei ratificó su decisión de vetar la ley que vuelve a reformular el cálculo de las jubilaciones.
Tal vez la última esperanza que le queda a los operadores es que Guillermo Francos, en su nuevo rol de jefe de Gabinete, logre encaminar las tratativas con el Parlamento.
Francos reabrió la vía de las conversaciones con los gobernadores, a quienes prometió reactivar algunas obras públicas centrales para las provincias.
Pero sobrevuela la sensación de Milei está muy cerrado en su círculo íntimo (apenas tres personas), y esa falta de diálogo político le puede complicar la gobernabilidad a seis meses de haber asumido.
El propio Francos reconoció que el Presidente no entiende los códigos de clase política tradicional, a la que el jefe de Estado, según coinciden los analistas, desprecia.
También cayeron mal entre los partidos de la oposición, las declaraciones de Milei en las que dijo ser el que «destruye al Estado desde adentro». Ya no solo el kirchnerismo salió a cruzarlo. Al radicalismo, un partido centenario, tampoco la hacen gracia esas diatribas.
Un anticipo de lo que podría ocurrir el resto del año en el Parlamento, y que podría representar una tortura para los intentos libertarios.