Químicos bonaerenses piden regular el uso de sustancias en escuelas, tras nuevos accidentes

Los químicos bonaerenses consideran “imperioso” regular la manipulación de productos químicos en establecimientos educativo.

El Consejo Profesional que nuclea a los químicos bonaerenses (CPQ-PBA) consideró “imperioso” regular la manipulación de productos químicos en establecimientos educativos, tras los recientes accidentes ocurridos en una escuela de Pergamino y en el colegio Guadalupe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), donde al menos cinco personas resultaron heridas, entre ellas cuatro menores.

El pronunciamiento del organismo colegiado llegó en medio de una seguidilla de episodios vinculados al manejo inseguro de sustancias en el ámbito escolar. En su comunicado, los químicos bonaerenses alertaron sobre “la necesidad imperiosa de regular la actividad bajo el imperio de la Ley, a los fines de garantizar la salud y la seguridad de la comunidad educativa”.

El presidente del Consejo, doctor Carlos Colángelo, sostuvo que “al igual que ocurre en la órbita industrial, en los establecimientos escolares se ha naturalizado el hecho de que personal sin matriculación alguna ni suficiente idoneidad se ponga al frente de procesos químicos que representan un claro riesgo si no se cuenta con el conocimiento ni la pericia suficiente para llevarlos adelante”.

Desde el CPQ-PBA remarcaron que en los últimos años se registraron “un sinfín de accidentes relacionados con el manejo negligente de las sustancias”, ejecutados al margen de la normativa y los protocolos de seguridad y ambientales vigentes. En ese marco, Colángelo recordó que la Ley 7020 establece la matriculación obligatoria de los profesionales vinculados a la actividad química, un requisito que no se estaría cumpliendo en los establecimientos educativos.

Ante la falta de respuesta por parte de los organismos provinciales, hemos recurrido a la vía judicial para garantizar el cumplimiento de la normativa vigente”, advirtió el titular del Consejo. El organismo insiste desde hace tiempo en la necesidad de que las prácticas escolares que involucren manipulación de sustancias químicas estén supervisadas por profesionales idóneos y matriculados.

Los químicos bonaerenses consideran “imperioso” regular la manipulación de productos químicos en establecimientos educativo.
El presidente del Consejo que nuclea a los químicos bonaerenses, Carlos Colángelo.

Colángelo calificó la situación como “un asunto de Seguridad y Salud Pública que no puede esperar más” y reclamó que las autoridades educativas “no sigan desviando la mirada ante una problemática que pone en riesgo a alumnos y docentes”. Además, recordó que el Consejo Profesional de Química “es la entidad encargada de velar por un ejercicio profesional seguro y de calidad”, una tarea que según precisó el titular de la entidad “se dificulta si no se cumple con la matriculación obligatoria”.

El presidente del CPQ advirtió que, sin una regulación efectiva, “se seguirá poniendo en peligro la integridad de niños, niñas y adolescentes que participan de actividades educativas sin las medidas adecuadas”. La entidad planteó que es urgente establecer mecanismos de control que aseguren que los experimentos y prácticas escolares se realicen con conocimiento técnico y bajo normas de seguridad.

Los recientes accidentes reavivaron el debate sobre la responsabilidad del Estado en garantizar entornos escolares seguros y sobre la necesidad de formar a docentes y auxiliares en el uso responsable de productos químicos, una cuestión que, según el Consejo, “debe ser prioritaria en la agenda educativa y sanitaria”.

La tragedia que alertó a los químicos bonaerenses

El reclamo del Consejo Profesional los químicos bonaerenses se da tras la explosión ocurrida el 9 de octubre en Pergamino, que dejó gravemente herida a Catalina Maglio, una nena de 10 años que fue internada en el Hospital Garrahan y recientemente salió de terapia intensiva. La menor había sido trasladada en un vuelo sanitario e intervenida durante más de once horas por un equipo de siete áreas quirúrgicas.

Los químicos bonaerenses consideran “imperioso” regular la manipulación de productos químicos en establecimientos educativo.
Parte de las imágenes que trascendieron, tras el incidente en Pergamino.

El accidente se produjo durante la feria de ciencias del Instituto Comercial Rancagua, cuando la maqueta de un volcán explotó por una mezcla de azufre, carbón y sales contenidas en tubos metálicos. Catalina, que observaba en primera fila, sufrió un traumatismo craneofacial grave tras recibir el impacto de un fragmento metálico que se alojó a dos milímetros de la arteria carótida.

Los padres de la niña, Ángeles Javier Maglio, contaron que “era un momento de felicidad y en un segundo terminó en tragedia”. Aseguraron que su hija “va mejorando día a día” y destacaron la valentía con la que atraviesa el proceso de recuperación. Además de Catalina, una docente debió ser operada en el Hospital Provincial San Felipe, mientras que otros 15 heridos, entre ellos 4 menores, recibieron el alta médica.

Días después, un hecho similar ocurrió en el colegio Guadalupe de CABA, donde cinco personas resultaron heridas durante un experimento de laboratorio. Ambos casos encendieron las alarmas y reforzaron el reclamo del CPQ-PBA para que se regule la manipulación de sustancias químicas en las aulas, ante la falta de protocolos claros y personal capacitado.