Cristian Jerónimo, del nuevo triunvirato de la CGT, advirtió que la central obrera no aceptará reformas laborales que impliquen pérdida de derechos.
El flamante integrante del nuevo triunvirato de la Confederación General del Trabajo (CGT), Cristian Jerónimo, afirmó que el principal objetivo de la central obrera será lograr que “los trabajadores vuelvan a tener dignidad” y se plantó ante la reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei, en el marco de la renovación de autoridades con mandato hasta 2029.
En declaraciones radiales, Jerónimo señaló que el movimiento sindical atraviesa un desafío “muy grande” y subrayó la necesidad de generar consensos. “Tenemos claro que no alcanza con nuestra voluntad, hay que construir una mesa con una agenda común para discutir los temas”, sostuvo el representante gremial.
El dirigente del Sindicato del Vidrio señaló que la CGT mantendrá abiertos los canales de diálogo con el Gobierno nacional, aunque condicionó ese intercambio a la construcción de consensos reales. En ese sentido, Jerónimo advirtió que la central no aceptará imposiciones ni negociaciones por parte de la actual conducción libertaria que impliquen “retrocesos para los trabajadores”.
Sobre este punto, el líder sindical se refirió a la propuesta de reforma laboral que impulsa el Ejecutivo nacional y reafirmó la vigencia de los convenios colectivos. “Tenemos en claro que algunos trabajos requieren modernización, pero reivindicamos los convenios colectivos de trabajo. Estamos dispuestos a discutir y dialogar en la medida que sea criterioso”, puntualizó.
En la misma línea, el flamante secretario general cuestionó las propuestas del Gobierno que apuntan a extender la jornada laboral y modificar las condiciones vigentes de trabajo, al tiempo que aseguró que la CGT rechazará cualquier intento de reforma que implique pérdida de derechos.

Por otro lado, el referente gremial reconoció la urgencia por un nuevo marco regulatorio laboral y destacó la importancia de incluir a los sectores informales dentro de la agenda sindical. “No desconocemos ni invisibilizamos al sector que lamentablemente está en la informalidad. No dejan de ser trabajadores y queremos que vuelvan a tener dignidad: su seguridad social, su salario por convenio”, explicó.
Frente a este escenario, Jerónimo expresó su preocupación por el deterioro de la situación social y económica, especialmente luego del último informe de la Universidad Católica Argentina (UCA) que alertó por la inseguridad alimentaria en trabajadores. Al respecto, el nuevo líder cegetista defendió que la central sindical busca transmitir certidumbre a los trabajadores y garantizar la estabilidad laboral en un contexto de creciente dificultad para llegar a fin de mes.
Finalmente, Jerónimo reafirmó la predisposición de la nueva CGT al diálogo, aunque no descartó medidas de fuerza, en caso de que las negociaciones no lleguen a buen puerto. “Nosotros tenemos la obligación de sentarnos a dialogar, pero sentarnos no significa aceptar las cosas. Tratamos de agotar todas las instancias, pero no descartamos medidas de fuerza”, concluyó el dirigente.
La CGT renovó su conducción y ratificó un perfil dialoguista ante el Gobierno
La Confederación General del Trabajo (CGT) definió su nueva conducción tras un extenso debate interno y una votación abrumadora. Con 1.604 votos a favor y solo 35 en blanco, el Congreso de la central obrera ratificó al triunvirato integrado por Cristian Jerónimo, Jorge Sola y Octavio Argüello, que tendrá mandato hasta 2029.

Durante el encuentro, los nuevos secretarios generales marcaron su rechazo al programa económico del presidente Javier Milei y reafirmaron la defensa de los derechos adquiridos. En ese marco, Sola advirtió que “el crecimiento de este país se ha hecho con los derechos de los trabajadores”, mientras que Argüello remarcó que “con los trabajadores no se jode”.
En tanto, el nuevo Consejo Directivo quedó conformado por 36 secretarías y 14 vocalías, con la continuidad de figuras de peso como Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), Héctor Daer (Sanidad) y Víctor Santa María (Suterh). Por su parte, los gremios de la metalurgia, comercio y educación también conservaron espacios clave dentro de la estructura.
Por último, en un documento final, la central obrera advirtió que la reforma laboral “atenta contra el equilibrio entre el capital y el trabajo” y reclamó al Ejecutivo un espacio de diálogo social amplio. “La unidad sindical significa la fuerza del trabajo digno, como garantía de la justicia social”, subrayaron los dirigentes al cerrar un congreso que selló la unidad de la CGT frente al avance del Gobierno nacional.